A partir de 1970, los directivos de Chrysler España S.A. tenían intención de introducir la cuarta generación del Dart estadounidense que por razones puramente comerciales en España abandonaba el nombre Dart2 y pasaría a llamarse «Dodge 3700» para promocionar su carácter de potencia, basado en el Dodge Polara de Chrysler-Fevre Argentina,3 sin parangón en los Estados Unidos y con mecánica española se produce a partir de 1971 a 1977.4 El Dodge fue producido como un CKD debido a la normativa española de esos años. La producción del Dodge 3700 en España fue de 9959 ejemplares, de los que menos de un millar, fueron dedicados a la exportación, todo ello pese a los intentos de Chrysler España por aprovechar la red comercial de Chrysler en Europa.43
Dodge 3700 GT
El Dodge 3700 era algo parecido al afamado Plymouth Satellite/Road Runner de 1968 y al Valiant estadounidense de 1970, pero con algunos retoques algo más deportivos que este último en sus pasaruedas y líneas laterales y europeos en su frontal; estaba claramente enmarcado en la moda «Ponycar», inaugurada por el Ford Mustang y que influyó rápidamente en casi todos los modelos americanos, pequeños y grandes, a partir de 1966-67. Es bastante probable que la propuesta fuese sencillamente demasiado audaz para ser comercializada como Dodge Dart en Estados Unidos, debido a que el modelo tenía una orientación ya acreditada por entonces, más bien de compacto estándar, sin perjuicio de que hubiese disponibles versiones deportivas y muy potentes, pero en aquella época había divisiones y plataformas para todo tipo de vehículos y no era propio que un económico Dart GT de 2 puertas fuese tan bonito como un Dodge Coronet GTX o un Plymouth Road Runner. Una vez en España el área de diseño de Chrysler España, dirigido por Mario Gamarra, hombre de Barreiros en toda su trayectoria, le dotó de una muy acertada calandra delantera con faros redondos dobles y pilotos encastrados en las puntas de las aletas y una óptica trasera completamente diferente, dándole un aire mucho más deportivo y americano por delante (cabe mencionar que el Coronado llevaba faros rectangulares) y un poco más europeo a sus ópticas traseras, conservando íntegramente los laterales. Aunque únicamente estuvo disponible en España como sedán de 4 puertas, el automóvil pasó a tener unas líneas arriesgadas, un aspecto más agresivo con un estilismo más anguloso y exteriormente con más voladizo que su hermano mayor el Dart, lo cual produjo rápidamente sus seguidores y detractores. Se había perdido la atractiva formalidad del Dart, con su «perfil de navío», pero se logró un automóvil grande muy audaz, que desde luego el paso del tiempo ha venido a confirmar indubitadamente como lo que ya parecía desde un principio de manera intuitiva; un gran acierto de estilo.
Internamente, el 3700 heredó casi toda la mecánica del Dodge Dart español, por lo que pudieron seguir aprovechando el inventario anterior acumulado en Villaverde.3 Por tanto, el Dodge 3700 disponía del motor a gasolina longitudinal de seis cilindros en línea con 3,7 litros y 165 CV de propulsión trasera y los frenos del Dart GT de 1969, es decir, delanteros de disco autoventilados con pinzas de 4 pistones Kelsey Haynes, servoasistencia integral «Master-vac Bendix», con sistema de doble circuito y como una gran mejora la novedosa dirección asistida integral ZF de serie. Como opciones, cambio automático, aire acondicionado y tapicería de cuero.
Inicialmente hubo dos versiones, la «3700», que venía con cambio al volante de tres velocidades y el asiento delantero corrido, y la «3700 GT», más deportiva y con mejores acabados interiores, con caja de cambios de cuatro velocidades, asientos independientes y consola central. A esta última se le añadió una versión automática a partir de finales de 1973. En la última versión, desde octubre de 1974, se le cambió la parrilla delantera de color, los asientos delanteros más ergonómicos y con reposacabezas, procedentes de las versiones superiores del Simca 1200 y se le dotó de un repartidor trasero de frenada, entre otros detalles.
Motor de un Dodge 3700 GT de 1971.
El Dodge Dart y el Dodge 3700 fueron los turismos más grandes de producción nacional disponibles en España durante sus años de fabricación, y su motor de 3,7 L fue el motor más grande fabricado para ser montado en un turismo hasta la fecha. Se trataba de un automóvil de lujo potente, seguro y muy apto para viajar en la carretera, un coche diseñado para viajes familiares largos y tranquilos, el confort en marcha era insuperable. Su motor era muy elástico y empujaba desde muy abajo, y no precisaba cambiar de marcha constantemente, como ocurría con su primer competidor, el SEAT 1500. En los adelantamientos respondía muy bien, así como en las fuertes pendientes superiores al 4% tan numerosas en España dada su complicada orografía. En su contra tenía un consumo mínimo de unos doce litros cada cien kilómetros en carretera, pero su fiabilidad y duración mecánica eran absolutas, en comparación con otras marcas de entonces. Permitía mantener una velocidad de crucero medianamente alta y constante cómodamente. No era un coche para ir con prisas, ya que era muy fácil de lanzar a altas velocidades pero difícil para reducir al querer apurar las carreteras en curva, adolecía de una barra estabilizadora delantera más firme y frenos de disco delanteros y traseros, necesarios para reducir la inercia de sus casi dos toneladas en orden de marcha cuando estaba toda la familia dentro. Algunos particulares acometieron esta minuciosa reforma en talleres especializados durante los veinte años de duración media de estos turismos. Muchos de estos automóviles acumularon medio millón de kilómetros antes de su retirada
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